TARTESSOS: Fue un reino cuya formación aún permanece en el misterio pero que se remonta aproximadamente al 1200 a.C. y cuya extensión en su periodo de máximo esplendor comprendía el sur peninsular desde el Tajo hasta el Segura con límite al norte en Sierra Morena. La localización de su capital Tartessos (una ciudad-estado que dio nombre a toda su área de influencia) a falta de datos arqueológicos es también incierta. No obstante, sí se sabe que ocupaba el área SO de la Península Ibérica. La riqueza de Tartessos se basaba en su abundante en plata y otros yacimientos de minerales, también su clima y suelos eran apropiados para el cultivo de la vid, del olivo y del trigo, base fundamental de la alimentación de los pueblos mediterráneos. Su organización política era la monarquía asentada en ciudades estado dividida en clases o castas. Los tartesios practicaban una agricultura evolucionada, eran buenos navegantes y pescadores, trabajaban los metales y conocían la escritura (alfabeto propio). La explotación minera (plata, cobre, oro) y el tráfico del estaño les llevo a un activo intercambio comercial con fenicios y griegos. A partir del siglo V a.C. deja de tenerse constancia histórica de Tartessos surgiendo la civilización turdetana. En el cerro de San Cristóbal de Estepa se encontraron restos tartésicos como varios tramos de murallas y restos de cerámica fechándose entre mediados del siglo VII a. C. y mediados del siglo VI a. C. La cerámica de dicho yacimiento tartésico se vincula desde el punto de vista tipológico y cronológico con las de Setefilla, Carmona y Montemolín. "Actas Jornadas Historia de Estepa".
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