De la Ermita de la Vera Cruz a
la Iglesia de los Remedios.
“La cofradía de la
Santa Cruz, inmemorial y según la tradición; la primera que se fundó en esta
villa de Estepa, tan antigua como la iglesia en que está fundada que igualmente
se cree ser la segunda que hubo en ella, y primera que edificaron los católicos
después que dedicaron la mezquita, hoy iglesia mayor con el título de la Asunción
de Nuestra Señora”[1].
Así comienzan las ordenanzas de la Cofradía de la Santa Veracruz y Rosario de
los Remedios de 1797, en las cuales se hace una clara referencia a la primitiva
y antigua Ermita de la Veracruz, origen de la actual iglesia de Nuestra Señora
de los Remedios. De la misma forma, el padre Alejandro del Barco nos dice hacia
1788 que “la Ermita de la Veracruz (que
en el día llaman también de los Remedios, por la santa imagen de la Virgen, que
se venera en ella, con este título) la cual no hay duda que fue obra de la
Encomienda, pues tenía sobre la puerta las armas de la Orden (de Santiago) en
una lápida que se quitó poco ha, con el motivo de abrir una ventana grande”[2].
El templo[3] actual se reconstruyó a
partir del primer tercio del siglo XVIII, sobre la primitiva Ermita de la Vera
Cruz de época bajo-medieval[4]. El edificio amenazaba
ruina en 1684, pero con el establecimiento en esta iglesia de la Hermandad del
Rosario de Nuestra Señora de los Remedios y su correspondiente fusión con la
antigua Cofradía de la Santa Vera Cruz en torno a 1733, se acometió por parte
de la corporación rosariana la remodelación de la primitiva ermita y su
ampliación con la torre-camarín como espacio preeminente destinado a la Virgen
de los Remedios, titular de la nueva cofradía en auge. Al igual que
ocurrió en la iglesia carmelitana la devoción cristífera, en este caso de la
Vera Cruz, irá decayendo en favor de la mariana, pasando a presidir la iglesia
desde el último tercio del siglo XVIII la Virgen de los Remedios. No se
comienza la construcción del camarín hasta 1754 concluyéndose definitivamente
en torno a 1790. El conocido Catálogo Arqueológico nos dice respecto a este
espléndido espacio mariano que la capilla mayor y, sobre todo, la ordenación
constituida por el camarín y la sacristía construida bajo él, constituyen un
conjunto que podemos considerar como antológico en el barroco español del siglo
XVIII[5].
La imagen
del Cristo de la Vera Cruz se atribuye al ámbito del escultor flamenco Roque de
Balduque[6],
a mediados del siglo XVI. Esta imagen presidió la Ermita de la Vera Cruz (o
Iglesia de los Remedios) desde mediados del siglo XVI hasta el XVIII. Además
fue titular de la antigua cofradía del mismo nombre la cual se fusionó, como
indicamos, en 1733 con la del Cristo a la Columna y la del Rosario de los
Remedios. Se trata de una interesante pieza de elegantes proporciones y cuidada
anatomía vinculada a la estética renacentista hispalense. La talla ha sufrido
numerosos repintes que la han enmascarado, en su última restauración se han
encontrado partes de la policromía original y restos de pan de oro en el paño
de pureza. La efigie cuelga de una cruz plana, original, con remates dorados[7].
La Virgen de los Remedios es una
talla de candelero, sostiene en su mano izquierda al Niño y en su derecha porta
un cetro, aunque no conocemos con seguridad la fecha exacta de su realización
sí existe la certeza documental de que en 1599 se adquiere una imagen
granadina. Se viste esta imagen con ricos atavíos y joyas, donadas algunas por
célebres bandoleros[8]
estepeños. Esta devota talla mariana ha sufrido diversas restauraciones, en
1742 se le pusieron ojos de cristal, en 1750 “se le compuso el rostro”[9] y en 1820 el escultor
antequerano Miguel Márquez García le retocó de nuevo el rostro y las manos.
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